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Regeneración de ecosistemas hídricos afectados por la contaminación con aguas residuales

 

Regeneración de ecosistemas hídricos afectados por la contaminación con aguas residuales

 

Rómulo Antúnez Antúnez (*)

Ingeniero Agrícola

Perú Justo y Orgánico – Directivo

Email: rantunez@pucp.edu.pe

 

La declaración de la “Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas[1]” 2021-2030, expresa la premura para los habitantes del planeta que “ahora más que nunca, es urgente restaurar los ecosistemas dañados”; porque “los ecosistemas sustentan todas las formas de vida de la Tierra. De la salud de nuestros ecosistemas depende directamente la salud de nuestro planeta y sus habitantes”; y de allí, se desprenden políticas para las naciones del planeta que propone como objetivo “prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todos los continentes y océanos” para ayudar a erradicar la pobreza, el cambio climático y prevenir la extinción masiva de las especies.

Gran parte de estos ecosistemas que dependen del agua han sufrido cambios y degradación debido a la demanda creciente para satisfacer actividades económicas y sustentar la vida de los seres humanos y como consecuencia se ha reducido o eliminado el beneficio que los humedales, ríos, lagos y acuíferos, aportan a los seres humanos; como el agua potable, los alimentos, las materias primas o la regulación del clima, la prevención de desastres o el bienestar cultural.

La degradación de estos ecosistemas hídricos ha alterado las condiciones naturales o existentes por la introducción de sustancias nocivas o elementos tóxicos a los cuerpos de agua afectando su calidad, así como la escasez por la reducción de la disponibilidad hídrica debido a los cambios de patrones del clima en general, la precipitación, deforestación y malas prácticas de gestión del agua y la sobreexplotación, limitan el consumo humano, el desarrollo de la agricultura y la industria.

La alteración de caudales fluviales debido a la modificación de patrones naturales de ríos y arroyos por la construcción de presas, extracción excesiva de agua y materiales de acarreo o canalización de cursos de agua; la pérdida de biodiversidad acuática por la disminución de la variedad y abundancia de especies que habitan en los ecosistemas hídricos, incluyendo peces, invertebrados, plantas acuáticas y otros organismos debido a la degradación del hábitat, la sobre explotación de especies, la introducción de especies invasoras, el cambio climático y la erosión del suelo por el desgaste y pérdida de la capa superficial por la deforestación, agricultura intensiva y construcción de infraestructuras cuya consecuencia es la sedimentación de los cuerpos de agua; tienen consecuencias negativas para los ecosistemas acuáticos, afectan la calidad del agua y los servicios que brinda a los seres humanos como el suministro de agua y la mitigación de inundaciones, impacta negativamente en la pesca, el turismo y equilibrio de los ecosistemas.

Toda esta diversidad de causas y consecuencias que impactan sobre los ecosistemas dependientes del agua, requieren la intervención humana como individuo o sociedad para implementar acciones de “regeneración de ecosistemas hídricos” que busca restaurar la salud y la funcionalidad de los ecosistemas, como los humedales, los ríos, los lagos y los acuíferos[2], que proveen “servicios ambientales” esenciales para la vida como el agua potable, la regulación del clima, la prevención de inundaciones y sequías, la conservación de la biodiversidad y el apoyo a actividades económicas como la agricultura, pesca y turismo[3].

En esta década 2021-2030, la regeneración de ecosistemas hídricos se convierte en un objetivo crítico para regenerar la degradación que ha sufrido gran parte del patrimonio natural del planeta, y que ha puesto en riesgo la seguridad hídrica y alimentaria, la salud pública y el equilibrio ecológico; además una oportunidad para generar beneficios sociales y económicos para las comunidades locales, como empleo[4], educación, bienestar y participación[5].

La contaminación creciente por aguas residuales domésticas e industriales debido a su contribución[6] con sustancias orgánicas, inorgánicas, microorganismos, metales pesados, virus y bacterias afectan con mayor severidad a la disponibilidad de agua de calidad para el ecosistema y los seres vivos; la contaminación por nitrógeno y fósforo que favorecen el crecimiento excesivo de algas u otras plantas acuáticas pueden consumir el oxígeno disuelto, generan sustancias tóxicas que impactan en la reducción de la biodiversidad, aparición de zonas muertas y alteración de ciclos biogeoquímicos[7].

La contaminación microbiológica al contener virus, bacterias, parásitos y otros agentes patógenos pueden transmitir enfermedades infecciosas a los seres humanos y animales y productos acuáticos; la contaminación química al contener metales pesados, pesticidas, detergentes, fármacos y otras sustancias químicas, afectan la calidad del agua y la salud de organismos acuáticos y terrestres, pueden acumularse en la cadena alimentaria causando efectos tóxicos, mutagénicos, así como la contaminación física a través de la modificación de las propiedades físicas del agua como el color, olor, turbidez, temperatura y pH afectando la estética, uso recreativo y el equilibrio ecológico del agua[8].

Las acciones implementadas por los seres humanos y gobiernos tienen escasa correlación con los objetivos de la “Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas”. Para el caso Peruano; a pesar que las inversiones del Estado realizados en los 7 años últimos 2016-2021, acumulan los 8,636 millones[9] en proyectos para cerrar brechas de agua, alcantarillado y plantas de tratamiento de aguas residuales y contribuyan con resultados para el cumplimiento de normas ambientales y controlar la contaminación. Por ejemplo, de las 171 Plantas de tratamiento de aguas residuales operativas con tecnología de tratamiento predominante de lagunas anaerobias - facultativas (133- PTAR; 78%), el 90% de ellas, no cumplen con su objetivo de entregar efluentes de acuerdo a la normatividad ambiental vigente.

Acciones implementados por el Estado Peruano como el Programa de Adecuación de Vertimientos PAVER – 2010 implementada por la Autoridad Nacional del Agua – ANA y el Registro Único de Proceso de Adecuación Progresiva – RUPAP del Ministerio de Vivienda y Saneamiento cuyo objetivo fue la de lograr prestación eficiente, sostenible y la protección ambiental mediante el cumplimiento de la normatividad ambiental y sanitaria vigente y a pesar de fijar plazos de 5 años (mayo 2017-2022), para 11 PTAR de SEDAPAL[10], así como para PTARs medianos y pequeños fijados para el 2023 y 2024, no han logrado cumplir los objetivos programados y la normatividad ambiental vigente.

Si el Perú sigue insistiendo en el error y en la misma ruta emprendida hace décadas orientando inversiones para el tratamiento de aguas residuales con tecnologías que mantienen más el 90% de los vertimientos o reúsos que no cuenten con autorización oficial e incumplan los Estándares de Calidad Ambiental (ECA – Agua)[11], y que a pesar de medidas oficiales adoptadas -PAVER del ANA y RUPAP del Ministerio de Vivienda- y los valores de contaminación sigan superando los Límites Máximos Permisibles (LMPs) debido a múltiples factores como la deficiencia en el proceso constructivo de las plantas de tratamiento de aguas residuales, la ineficacia de la tecnología basado en “lodos activados” y su escaso equipamiento manual o automatizado para monitorear indicadores básicos en las etapas de pretratamiento como el medidor de caudales y parámetros del afluente y efluente, el diseño de la etapa de tratamiento preliminar, equipamiento, tratamiento primario, secundario y terciario que garantice la remoción de DBO5, DQO, bacterias, virus y otros microorganismos; la corrupción y las deficientes capacidades institucionales de organismos ejecutoras, fiscalizadoras, evaluadoras y reguladoras (SUNASS, OTASS, DIGESA, ANA, OEFA, entre otros); y no se opta por incorporar tecnologías modernas disponibles en los mercados del planeta como la biorremediación tecnológica, bioingeniería entre otras más eficientes que las de “lodos activados” y sus variantes, será imposible cumplir con la normatividad vigente.

La normatividad peruana relacionado al diseño y construcción de  infraestructura, el uso de las tecnologías seleccionadas e implementadas en el proceso de tratamiento de aguas residuales y la operación y mantenimiento deficiente han colapsado el 90% de las PTARs, con lodos en las lagunas de estabilización colmatados, sobrecarga orgánica e hidráulica, escaso personal calificado para la operación y mantenimiento y deficiente monitoreo de la calidad del proceso de tratamiento, contribuyen en la degradación de los ecosistemas hídricos y como consecuencia el incumplimiento del Estado Peruano de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS 6 (agua limpia y saneamiento), ODS 13 (acción por el clima) y ODS 15 (vida de ecosistemas terrestres)[12].

La creación e implementación de una nueva institucionalidad y políticas que apoyen el reúso de aguas residuales tratadas; incorporando nuevas tecnologías en el diseño y ejecución, financiamiento de construcción de nuevas PTAR, optimizar las existentes y las paralizadas, mejorar la ampliación de estándares técnicos para las PTAR a través de los protocolos de monitoreo y definir la infraestructura adicional para el tratamiento de otros elementos contaminantes con tecnologías más eficientes[13], es una apuesta urgente y necesaria para la sociedad y el Estado.

A modo de conclusión, se ha corroborado que las aguas residuales municipales, domésticas e industriales contribuyen sustancialmente en la contaminación y degradación de ecosistemas hídricos, afectan sustancialmente la vida del planeta y de los seres vivos, pero pueden ser a la vez una importante fuente de reposición de agua al planeta y una oportunidad que requiere la acción, conocimiento humano y la tecnología, recursos y decisión individual, colectivo y de los gobiernos para la regeneración de “ecosistemas hídricos” para que sigan brindando o se mejoren los “servicios ecosistémicos” que los seres humanos requieren.

Lima, Julio de 2023

(*) Especialista en regeneración de ecosistemas hídricos



[1] Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los ecosistemas 2021-2030 – PNUMA, FAO https://www.decadeonrestoration.org/es

[3] Protección y regeneración de ecosistemas, una oportunidad social, por Claudia Paparelli, 13/jun/2023 https://www.nationalgeographic.es/2023/06/proteccion-regeneracion-ecosistemas-oportunidad-social

[4] Restauración ecológica: biodiversidad y conservación; Orlando Vargas Ríos, M.Sc.Grupo de Restauración Ecológica, Departamento de Biología, Universidad Nacional de Colombia; http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-548X2011000200017

[5] Protección y regeneración de ecosistemas, una oportunidad social, por Claudia Paparelli, 13/jun/2023 https://www.nationalgeographic.es/2023/06/proteccion-regeneracion-ecosistemas-oportunidad-social

[6] Nuevo informe revela la cadena de daños que provocan las aguas residuales al planeta, Sean Mowbray, 17 febrero 2022, https://es.mongabay.com/2022/02/nuevo-informe-revela-cadena-de-danos-que-provocan-las-aguas-residuales-al-planeta/

[7] Consecuencias del vertido de aguas residuales no tratadas, https://bosstech.pe/consecuencias-del-vertido-de-aguas-residuales-no-tratadas/

[8] Las aguas residuales y sus efectos contaminantes; Héctor, Rodríguez Pimentel, 13 de marzo 2017, https://www.iagua.es/blogs/hector-rodriguez-pimentel/aguas-residuales-y-efectos-contaminantes

[9] Diagnóstico de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en el ámbito de las empresas prestadoras, SUNASS, junio 2022.

[10]  RUPAP, Registro Unico de Proceso de Adecuación Progresiva, https://nike.vivienda.gob.pe/sica/modulos/InformacionRUPAP.aspx?cod=1

[11] Diagnóstico de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en el ámbito de las empresas prestadoras, SUNASS, junio 2022-pg. 28

[12] 10 años para restaurar el planeta. 10 acciones que cuentan. PNUMA, 19 de mayo 2021, https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/reportajes/10-anos-para-restaurar-el-planeta-10-acciones-que-cuentan

[13] Diagnóstico de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en el ámbito de las empresas prestadoras, SUNASS, junio 2022-pg. 275

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